LA PRACTICA TRADICIONAL
Hay una creciente preocupación, a nível mundial incluso, acerca de la modernización del ejercicio de la abogacía en cuanto a su manejo como negocio.
En Estados Unidos, Reino Unido y Nueva Zelanda, el mercado laboral se divide en firmas legales particulares o las GCs (General Counsel) y por supuesto, los abogados que prestan servicio a una compañía directamente (in-house counterparts), de todos ellos, las GCs aplican más soluciones gerenciales considerando las limitaciones de los otros, mucho más dependientes a la cantidad de clientes que logren captar o a un Departamento de Finanzas que se encuentra en una posición más alta dentro de la organización y con poder de decisión sobre sus actuaciones.
Para muchos es inconcebible que en esta profesión se continue facturando por horas, práctica desfasada que hace imposible el crecimiento o un buen plan de incentivos.
No hay interés en mejorar la eficiencia en la estructura organizacional porque asi les ha resultado por años segun los socios más antiguos pero esta situación tiende a desestimular la participación de los socios más jovenes.
El problema no parecer ser la falta de talento o preparación del personal, muchos de los contratados pueden tener las mejores calificaciones pero, en un ambiente donde se ignora la tecnología y no hay apertura a los cambios sin mencionar un buen plan de incentivos, sólo se generan pérdidas y una actitud negativa hacia los clientes.